sábado, 9 de noviembre de 2013

REFLEXIONES PSICOESPIRITUALES 

Viernes 8 de Noviembre 2013

Por: Reynaldo R. Espinal

LA FORTALEZA DE EDUCAR NUESTRA VOLUNTAD.


Solían afirmar los romanos que " un ser humano es lo que es su voluntad". A la verdad no erraban, pues no existe obra perdurable tras la que no se esconda una fuerte dosis de perseverancia, de tenacidad, de dolorosa persistencia para no ceder ante la frustración, para que el desencanto no nos gane la partida. 

No deja de ser preocupante, sobre todo en nuestros jóvenes, su poca tolerancia a la frustración y el sacrificio. Parecería como si de pronto todo aquello que implique esfuerzo, poner en marcha los resortes de la voluntad, desplegar energías espirituales y emotivas extraordinarias, todo ello parece tarea imposible.

Y mas aun preocupa el hecho de que muchos padres y madres de hoy queremos ahorrarles a nuestros hijos toda cuota de esfuerzo y sacrificio. 

Y en este contexto donde queda la voluntad? Que hubiera  sido de la humanidad si Fleming hubiera abandonado al primer intento la búsqueda de la penicilina o si Edison hubiera desistido de encontrar el secreto de la bombilla eléctrica? O si Ghandi o Luther King hubieran abandonado la empresa de justicia y libertad que emprendieron a favor de sus semejantes maltratados?

Hemos de retomar la asignatura pendiente de educar la voluntad. Puede ser la diferencia entre el triunfo o el fracaso personal.

Cuando hablo o escribo de este tema, que considero tan esencial en la educación integral de hoy, me gusta recordar unos versos del gran poeta Argentino Pedro Bonifacio Palacios, mejor conocido por " Almafuerte", que vuelvo a repasar para mi, y para ustedes:

No te des por vencido, ni aun vencido
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piensate bravo
y acomete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo,
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.






No hay comentarios:

Publicar un comentario