sábado, 10 de enero de 2015


REFLEXIONES PSICOESPIRITUALES

Por: Reynaldo R. Espinal

EL DIARIO COMBATE PSICOLÓGICO Y ESPIRITUAL 

Los maestros espirituales de todos los tiempos y culturas se han referido, aunque de distintas maneras, a la lucha interior que ha de librar el ser humano consigo mismo a fines de vencer aquellas  
tendencias que fragmentan y dividen su corazón, lo hacen vulnerable a los embates de las pasiones y los instintos y, en definitiva, alteran su paz y su sosiego.

¿Quien no experimenta cotidianamente en su ser y sentir más íntimo aquella especie de desgarramiento espiritual y emocional al que se refería San Pablo, cuando expresaba aquello de que " ...no hago el bien que quiero y hago el mal que no quiero?.

Es el mismo San Pablo- consumado maestro del espíritu- quien afirmaba que nuestro combate más fuerte no es contra los " principados y potestades" de este mundo, sino contra poderosos adversarios espirituales que se oponen a nuestro crecimiento pleno, sembrando en nuestro ánimo la turbación, el desaliento y la falta de confianza en nuestras energías y potencialidades.

Cada día experimentamos la fragilidad y la vulnerabilidad de nuestras íntimas contradicciones y esto no sólo, cabe decirlo, en el ámbito más profundo y espiritual. A nivel de nuestra personalidad y nuestras emociones la alegría camina con la tristeza, la bondad con el altruismo, la cólera con la paciencia y el odio con el amor; ningún ser humano está inmune a sucumbir ante la pasión del poder, del dinero o del placer y ante cualquier otra asechanza que  a la larga puede convertirse en enorme obstáculo para el logro de nuestras más genuinas aspiraciones de autenticidad y realización personal.

Para librar este combate cotidiano hemos de apelar a las sutiles armas de la oración, la meditación, el discernimiento y la reflexión psicológica y espiritual. Si hacemos uso continuo de ellas, veremos cómo se va pacificando progresivamente nuestra alma, pues como afirmaba el gran maestro del Espíritu San Gregorio de Nisa: " Cuando cesa en nosotros esta guerra interna, propia de nuestra naturaleza, y conseguimos La Paz, nos convertimos nosotros mismos en paz".